jueves, mayo 01, 2008

Bosque y Castillo de Chapultepec

Acuden puntualmente tus feligreses: los del jogging-corrida-caminada aeróbica de 5,6,7 y quiensabe si 8 de la mañana.

Acuden las familias tomadas de la mano, por montones, con jugos y otros productos de la cocina de mamá.

Los niños se convierten en spiderman o el santo mientras que las niñas se tornan "bratz" o princesas.

Mira que las familias vienen y van, no me da tristeza tener a la mía lejos porque la sé bien cerquita en mi corazón, es más mi alegría por ver una constante en el valor de la F-A-M-I-L-I-A en México.

Subir al castillo es ejercicio de reflexión, compás de la historia.

Tus múltiples monumentos dan vuelta a tu territorio y le dan vuelta a nuestro corazón.

Eres un tesoro para el encuentro familiar y estar contigo no necesariamente implica gastar porque lo que eres asequible a todo bolsillo. Pulmón, recuerdo de nuestro deber a Dios por el regalo inmerecido del soplo de la vida, remanso de paz, lugar de asamblea familiar, recuerdo de nuestro deber a la historia de la y a la patria misma, de la ciudad: gracias por las mañanas y tardes de encuentro. Por tus veredas, museos, lanchitas, todos tus atractivos: gracias.

Casi divas...

Cine Mexicano vs. clichés, recomendable la película en comento para pasar un muy buen rato y salir con varios temitas de plática: los estereotipos en la televisión, los muchos Méxicos...

Estas tardes con chispitas de lluvia me han hecho refugiarme en el cine y sí en un par de dulces, los cuáles trataré de mantener a raya mediante una que otra subida a velocidad al Castillo de Chapultepec sobre el cuál escribiré en breves instantes: de lo más rico.

Bella: una oportunidad que da la vida y darle a la vida una oportunidad...

Esta película (síiiiiiiiii me he vuelto medio cine-atic estos días) en que por cierto salí con rifa pa puente(jejej)no les diré demasiado salvo que salí con lagrimitaitaita en los ojos, porque el mensaje es hermoso.

Habla de la vida, de la vida de locos (y de los locos de ésa vida) en Nueva York, ciudad que a pesar de su ajetreada agenda quiero visitarrrrrrrrrrr algún día (pronto quizá?) y del amor capaz de curar esa locura o amansarla por unos minutos.

Camino salvaje es la vida...

La historia de Alexander Supertramp (alias) el hombre que se encontró a sí mismo en Alaska, además de encontrar algunos keypoints de la vida, mismos que bien podrían servirnos a otros mortales, nos atrapa en el cine.

Esta producción de Sean Penn (sí el autor de Mystic River, ah como me gustó esa peli), nos recuerda que vana ilusión, de papel pueden ser ciertas comodidades sin el amor (familiar, de pareja, etc).

Me recordó también, a very personal thought, que muchas veces hay que tomar las oportunidades como vienen, atrapar la moneda en el aire, el ùltimo aliento, y actuar hoy, hoy, hoy (mmm) porque sería triste darnos cuenta demasiado tarde de lo bueno que tenemos enfrente (i.e nos levantamos hoy).