El condimento de la vida...
Pasear por Yucatán es, irremediablemente (Gracias a Dios por eso), darse una vuelta por el imperio del condimento o recado, esa maraña de especias que le dan sabor al caldo, a la carne de cerdo al pibil y a nuestros días.
Estando de vuelta por mi tierra, no pude evitar entonces, deleitarme bajo el cielo de lo que antes fuera Pueblo, hoy Colonia, Chuburná, particularmente su Mercado.
Allí nos esperaban sonrisas amables, múltiples recuerdos de cuando más de una vez acompañé a mi mamá al mandado y unos polcanes: Gorditas u hojaldres de masa de maíz yucatecos rellenos de frijol machacado y de la que hay también en ocasiones, una variación, si suerte tienes, hasta con carne asada (Costras), acompañados estos claro está del "llantojugo" del chile habanero y amén.
Me perdí en el horizonte de sabores y olores, las carnes entre rojas y moradas, las coles y cebollas, para recordar a Neruda en su oda a la cebolla, de la intensidad de nuestra cocina y de lo que se viviría entre cocinas, y es que hacerle de comer a Ud., es una forma muy mexicana de amar y así, entre pucheros, poc-chuc (Filete de cerdo a la cerveza y naranja agria) y Frijol con Puerco, se me irían los días demasiado rápido, solo para recordar que si bien no volvería pronto, parte de mi corazón nunca se fue y que en su tierra me formé para estar donde estoy hoy, con todas esas idas y venidas. Ah el calor¡ , seguro que me puso a pensar...
1 Comentarios:
Vivan los condimentos guey! Ya caeré por allá para probar esas delicias, por mientras te recordaré con un buen pebre chileno! Un abrazo pex!
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