jueves, mayo 24, 2007

Y la lluvia vuelve

Para dejarnos los zapatos como "chalupas"(canoas mexicanus),
para permitirnos improvisar impermeables de los mas insospechados materiales,
para arrastarnos al café cercano,
para devolvernos la sed: de sol.

Epílogo: saludo con júbilo al can que me acompañó en aquélla banquita frente al café, momentos como ese, dos solitarios que se encuentran y se dan una mirada amistosa, reconfortante, no se dan siempre. Te entiendo San Francisco de Asís.

1 Comentarios:

A la/s mayo 24, 2007 9:04 p.m., Blogger Gerardo dijo...

Wow, últimamente has estado muy poética, creo que deberías seguir escribiendo líricamente con más regularidad, porque estás dándole al clavo muy seguido. Lo de la mirada intercambiada con el perrín es bien chido. Te dejo con una excelente poesía sobre San Francisco de Asís.

 

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